martes, 3 de junio de 2014

Trabajo Final

IGUALDAD DE GÉNERO EN PROYECTOS DE DESARROLLO

1.     INTRODUCCIÓN.
La igualdad de género es el pleno y universal derecho de hombres y mujeres al acceso de las actividades sociales, no solamente políticas sino también civiles y sociales. Esto no significa que mujeres y hombres deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres. Para esto es importante asumir la equidad de género, entendida como la justicia en el tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades.
La mujer es el núcleo de la familia, por lo tanto es el centro de la sociedad y si bien es la principal tomadora de decisiones, ciertos estereotipos o conductas machistas, limitan la participación pública de la misma, sin embargo, la actualidad nos muestra que cada vez hay mayor participación de mujeres en los diferentes ámbitos, política, social, económica, cultural, etc., por lo tanto para garantizar el logro de cualquier proyecto, es necesario incluir el enfoque de género en todo su contexto.
La participación de la mujer en todos los sectores de la sociedad ha ido aumentando en los últimos años y si bien a nivel mundial se ven cada vez más movimientos feministas-indígenas, aún existen sectores donde no se respetan los derechos de las mismas y todavía son víctimas de violencia físico-psicológia. El apoyo de sectores públicos y algunas instituciones privadas en términos de igualdad, coadyuvan a las exigencias de respeto y de igualdad que sin embargo la verticalidad machista-patriarcal y la necesidad de poder hace que todavía no se sienta ni se viva completamente un ambiente de igualdad y equidad.

2.     DESARROLLO.
Ante el actual contexto socio-cultural que se vive en el mundo entero, es importante tomar en cuenta e incorporar de manera eficiente y equilibrada la participación de la mujer en cualquier proyecto social, evidentemente no todas las culturas son iguales y por lo tanto habrá que determinar el grado de participación de las mujeres, dependiendo las creencias, tradiciones y costumbres de las regiones y del tipo de proyecto que se pretenda implementar. “Y si fuera posible, un diagnóstico participativo realizado con hombres y mujeres del territorio, barrio, comunidad, etc., para percibir y entender las bases de las desigualdades en el espacio de intervención” (Kideitu, 2007).
Así mismo, es importante incluir en el proyecto, “objetivos que aborden temas orientados hacia la consecución de la igualdad de hombres y mujeres, y la superación de la discriminación de género” (Kideitu, 2007).
Una vez establecido los roles de hombres y mujeres, desagregados, e incorporados en todo el proyecto, es necesario difundir, socializar entre todos los actores del proyecto para lograr el empoderamiento anteriormente mencionado. Es importante también, difundir experiencias exitosas de la participación de la mujer en otros proyectos similares y de esta manera poder romper ciertos estereotipos o creencias de las limitaciones de la mujer o la superioridad del hombre.

Los proyectos de desarrollo, deben contar con indicadores cuantitativos y cualitativos para medir el grado de participación en todos los componentes del proyecto de manera desagregada, es decir incluyendo el sexo. Además se debe medir de manera desagregada, el efecto que esta participación logre en el proyecto y en todos los involucrados. De esta manera poder monitorear los diferentes componentes del proyecto y hacer un adecuado seguimiento al mismo.



Es necesario que no solo los beneficiarios directos contemplen la importancia de la disgregación, si no todos los involucrados directos o indirectos, es decir, financiadores, ejecutores, sector público, privado, etc., ya que sería incoherente que los proyectos de desarrollo consideren temas de género pero los demás involucrados no demuestren la importancia del mismo, por lo tanto de acuerdo a la región, tipo de proyecto, estos actores también sepan preparar equipos de trabajo compuestos por mujeres y hombres, para poder tener un efecto positivo en el momento de la socialización, ya que como dice la cita de Charles Reade; ejemplo es conducta contagiosa.


La propuesta del sector feminista es la igualdad entre mujeres y hombres, igualdad en términos laborales, políticos, sociales (educación y salud), legales, de trato, etc., esta propuesta solo tendrá efecto si fuera integral, elaborada con la coparticipación de mujeres indígenas, considerando las diferentes nacionalidades del país.

Si bien las políticas dirigidas a las mujeres han conseguido en cierta medida mejorar sus condiciones materiales de vida, han sido mucho menos efectivas en lo que se refiere a la mejora de su poder económico y social respecto de los hombres en el contexto del desarrollo. A ello hay que añadir que se ha producido una persistente marginalización política de las opiniones y puntos de vista de las mujeres en el proceso de desarrollo, especialmente a nivel de la planificación en instituciones tales como las burocracias estatales y los organismos de cooperación para el desarrollo, desde los multilaterales hasta las ONGs.
Esto pone de manifiesto las limitaciones del enfoque de mujeres en proyectos de desarrollo que se ha venido aplicando en las últimas décadas y que hoy en día sigue informando la mayor parte de las acciones que se llevan a cabo por las ONGs y Agencias  de cooperación. El reto presente consiste en dar contenido y realidad al nuevo enfoque Género en el Desarrollo que se encuentra precariamente ubicado en el nivel retórico de la mayor parte de las organizaciones.
Todavía buena parte de los proyectos de desarrollo, son "proyectos ciegos al género", es decir, proyectos que no contemplan la perspectiva de género de ningún modo, definiendo a sus beneficiarios como "la población en general", sin considerar diferencias ni desigualdades en las oportunidades de las personas. En el mejor de los casos, se trata de proyectos asistencialistas que tienden a mejorar el bienestar de las familias, visualizando a las mujeres, en su caso, en su papel de madres o esposas o como receptoras pasivas de los bienes del proyecto. Estos proyectos no toman en consideración los problemas de discriminación, ni contribuyen en modo alguno al empoderamiento de las mujeres ni de los hombres.


Para que la agenda femenina sea atendida y consiga lograr los objetivos (autonomías, derecho de igualdad, seguridad, libres de discriminación, derecho a salud física y mental, derecho a condiciones de trabajo justas y favorables), se deben considerar programas de difusión en escuelas, colegios, comunidades, instituciones públicas y privadas.
Actualmente existen instituciones en el país con propósitos de cooperación a la sociedad en general y a las mujeres en particular, es el caso de la “Coordinadora de la Mujer”, que realiza proyectos para promover la equidad de género en proyectos de desarrollo. Entre los diferentes componentes de esta institución existen 4 relacionados a la equidad e igualdad, estos son: i) Fortalecimiento de conocimientos de las mujeres, ii) Generación de propuestas de las mujeres y presentación a gobiernos municipales iii) Acciones y mecanismos de incidencia para presentar las propuestas en POAs y iv) Conformación de la red nacional y desarrollo local. Estos componentes, pretenden incorporar e insertar progresivamente a las mujeres en las decisiones de la sociedad en general, a través de la formación, desarrollo de capacidades y la identificación de líderes comunales capaces de representar al sector, esto se pretende lograr mediante talleres de sensibilización, por otro lado esto no se podría lograr sin el compromiso de los organismos, públicos y privados por lo tanto, también debe existir talleres de sensibilización a autoridades para que puedan asegurar la satisfacción de las demandas de las mujeres.
La participación de la mujer y la igualdad de género, actualmente está normada, tanto en la Constitución Política del Estado como en la Ley Marco de Autonomías y Desentralización plantean un conjunto de disposiciones, que aluden a la equidad de género como una prioridad en distintos espacios y niveles autonómicos. Concretamente en los espacios de representación política, planificación participativa, presupuestos y control social en los cuatro niveles autonómicos (municipal, regional, departamental y las autonomías indígena originario), por lo tanto la inclusión equitativa e igualitaria en temas sociales toma un carácter de obligatoriedad.

3.     CONCLUSIÓN.
-        Se deben incorporar objetivos de igualdad de género
-        Diagnósticos participativos con enfoque de género
-        Integración de programas de equidad de género
-        Realizar talleres de sensibilización y capacitación
-        Los proyectos deben incluir indicadores estadísticos desagregados
-        Determinar el impacto de la participación de las mujeres en el proyecto
-        Se debe monitorear y hacer un seguimiento constante de la participación de las mujeres y hombres durante todas las etapas del proyecto
-        Determinar los avances o retrocesos que se tiene con la participación desagregada de mujeres y hombres.

Bibliografía
Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos    de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”
Mujeres en diálogo: avanzando hacia la despatriarcalización en Bolivia
“Promoviendo la equidad de género en la gestión del desarrollo local en Bolivia” Coordinadora de la Mujer 25 años

EQUIDAD DE GÉNERO, IRENE LÓPEZ MÉNDEZ*